"La fisioterapia está encaminada tanto a la prevención como a la curación de las consecuencias de la enfermedad. Su campo es bastante más amplio que el de la rehabilitación", explica Jorge Rodrigo, fisioterapeuta y profesor de la Escuela de Fisioterapia de Toledo, que ha participado en la edición de este año de Expomasaje. Rodrigo ha recordado que el fisioterapeuta trata toda la patología del movimiento, pero no sólo los problemas del aparato musculoesquelético, sino también de fluidos, de la sangre, del aire o de las señales eléctricas.
Los ancianos son usuarios habituales de los tratamientos de fisioterapia, "aunque suelen centrarse en la rehabilitación y no son conocidas otras posibilidades como es el tratamiento del dolor". En este sentido, Rodrigo opina que la electroterapia ofrece grandes posibilidades para tratar molestias crónicas frecuentes en los ancianos: "En vez de interferir en los procesos metabólicos con la liberación de sustancias, se potencia los mecanismos de regulación de la sensación de dolor que tiene el propio organismo mediante corrientes eléctricas".
Se varía la información que portan los nervios; en vez de transmitir sensación dolorosa, envía la corriente que induce el especialista, con lo que el dolor se mitiga hasta desaparecer. "También existen corrientes eléctricas y ondas electromagnéticas que incentivan la producción de endorfinas, que se liberan en la dosis que el organismo necesita en relación a la intensidad del dolor".
Las medidas fisioterapéuticas no provocan efectos secundarios y pueden reducir en muchas ocasiones el excesivo consumo de analgésicos entre ancianos: "En muchas patologías se debería compaginar el tratamiento farmacológico con la fisioterapia. La combinación de ambas logra la mejora de la salud objetiva y subjetiva del paciente, el aumento de la capacidad de movimiento y la disminución de la sensación de dolor. La farmacología y la fisioterapia no son ramas terapéuticas que se contradigan, sino que son complementarias".
Ejercicios
Otro de los campos tradicionales de la fisioterapia ha sido el de la prescripción de ejercicio, que no consiste en simples tablas, sino que "debe ser personalizada, adaptada al sujeto. Las recetas para todos no valen; es necesaria una evaluación previa y una explicación detallada de los ejercicios que tiene que realizar el enfermo, su intensidad, duración y el modo en que debe hacerlo. Las tablas suelen originar más problemas de los que solucionan".
El ejercicio, junto con la calcitonina, suelen ser los métodos de prevención de la osteoporosis, una patología prevalente en ancianas. "La cinesioterapia mejorará la movilidad del aparato esquelético y el posado de sales minerales sobre el hueso. El tratamiento farmacológico en solitario no frena la pérdida de masa ósea".
Prevención
La prevención es otra de las labores esenciales del especialista, sobre todo en población anciana. "El fisioterapeuta es un profesional del movimiento, pero no debe olvidar su faceta de profesor en este ámbito. Debe enseñar cómo hay que moverse, no sólo para alteraciones musculares, sino también para tratar afecciones tendinosas o cardiacas. En el campo del estudio del movimiento hay medidas para mejorar aspectos como la coordinación, la destreza y la fuerza de las personas mayores, factores que pueden incrementar la agilidad y prevenir las caídas, verdadera plaga que afecta a la calidad de vida de los ancianos".
Un plan de actividad física en la tercera edad permite anticiparse a situaciones de dolor, anquilosis o de rigidez. Además, se mejorará al paciente disminuyendo su consumo de fármacos. "No se busca añadir más años a la vida, sino más vida a los años". Para Rodrigo, el modelo sanitario está cambiando. Se está empezando a trabajar en la prevención, una labor en la que el fisioterapeuta tiene mucho que decir; por eso deben incluirse estos especialistas en los equipos de primaria.
FUENTE: https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/2003/10/02/fisioterapia-alivia-dolor-cronico-ancianos-3862.html#
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